Perdona…
¿Cómo se llaman esos instrumentos?
galaxia cascas
La percusión es un mundo infinito y aquí vas a aprender acerca de uno de los instrumentos más alucinantes que existen.
Cada miércoles, te cuento cosas necesarias para que avances en tu aprendizaje o te animes a empezar en esta tradición musical-malabarística tan desafiante como divertida.
✔ Apúntate ahora y, de regalo, recibirás el Inventario de los mil y un nombres.
No podría enumerarte la de veces que me han hecho esa pregunta.
De verdad, muchísimas.
No te exagero.
Me la han hecho personas de diferentes países, edades, géneros, ideologías políticas y orientaciones alimentarias.
Algo deben tener estos instrumentos para despertar tantas pasiones.
Y curiosidad.
Estos instrumentos despiertan sobre todo la curiosidad.
Perdona…
¿Cómo se llaman esos instrumentos?

Siempre que alguien me hace esta pregunta me tomo el tiempo para responder.
Su tierra de origen e historia lo requieren:
La costa oeste africana
El otro día, hace ya unos meses, haciendo un taller en el Parc de la Ciutadella, un muchacho se acercó espontáneamente a preguntar sobre estos instrumentos y le dije todo lo que tenía que decirle.
Cuando se trata de este tema, estoy dispuesta a todo.
Ah.
Pero espera.
Es que hay un (pequeño) problema:
Estos instrumentos tienen unos cuantos nombres.
No estoy hablando de que tengan 2, 3 o 4 nombres.
Tampoco de que tengan 7, 8 o 9 nombres.
No, no.
Estamos hablando de que estos instrumentos tienen más de 30 nombres.
Puedes pensar que me estoy flipando.
O puedes descargarte El inventario de los mil y un nombres.
No son mil pero casi.
LA POÉTICA DE LOS CASCAS
SHAKE
CLICK
FLOP
¿Recuerdas el puro placer de jugar?
¿El placer del juego en la infancia?
¿Ese placer que te lleva a otra galaxia?
Una galaxia en la que, no se sabe muy bien por qué, se te olvida que tienes ganas de mear o de comer.
Una galaxia en la que los asuntos del día a día no tienen la misma importancia.
Una galaxia en la que, incluso, no tienes ganas de mirar el móvil…
Sí, sí.
Esto es posible aunque tengas más de 18 años.
Continúa leyendo.

La Poética de los Cascas es el placer del juego.
Un juego que es desafío y divertimento.
Un juego te hace estar en el presente de una manera insólita.
SHAKE
CLICK
FLOP
No distracciones.
No rurunes.
No dispersión mental.

La Poética de los Cascas te devuelve a tu cuerpo.
Tu cuerpo es tu galaxia por descubrir.
Y recuperar.
Coordinación.
Atención.
Destreza malabar.
Ritmo.
Fritura neuronal.
Estos maravillosos y discretos instrumentos de la Costa Oeste Africana tienen ese poder.
Rellena el formulario y te mando a tu correo:
El inventario de los mil y un nombres.
Es que yo… no tengo ritmo.
Me da mucha pena cuando escucho a alguien decir:
“Yo es que no tengo ritmo”
¿Qué quieres que le haga?
Me da pena.
Sí.
Debo ser una blandengue.
O no.
Mira.
Decir “no tengo ritmo” equivale a decir “no tengo corazón”.
Voy a explicarme para no pecar de hippie flower power.
Todo tiene su cosa.
Ya verás.
Por ponerte en contexto:
Estoy graduada en la ESMuC.
Durante 10 años estudié piano y después, por cosas de la vida que te contaré en otro momento, estudié canto moderno.
Este es mi background de formación académica.
14 años de plim, plam, plum.
Después de esos 14 años, continúo.
Estudio, aprendo y exploro la Música todo lo que puedo.
Me encanta vivir así.
Por eso, puedo decirte algo:
En la Música (y en la Vida, que es lo mismo), todo tiene su complejidad.
Prefiero decirte esto ahora antes de idealizar el camino de la música como si fuera todo cuestión de desear muy fuertemente.
No, no es sólo eso.
Sí, hay que desear.
Pero no sólo.
La Música (y en la Vida, que es lo mismo) está compuesta por capas, capas, capas y capas.
Capas y capas de maravillosas e intrincadas complejidades.
Y el ritmo, atención con esto:
El ritmo es una de esas capas.

Las complejidades, de la Vida y de la Música (que son lo mismo) requieren de varias cosas:
– Tiempo relajado
– Estar en buena compañía
– Constancia, no desistir
Conozco unas cuantas historias en las que alguien le dijo a otro alguien (ojalá tú no seas ninguno de esos álguienes):
Tú no tienes ritmo.
En fin.
A veces, este mundo es hostil.
Hay actos terroristas en todos los ámbitos.
Decirle a alguien algo así es muy chungo.
Es una pena y es lo que hay.
Cuando profes u otras figuras de autoridad nos dicen ciertas cosas, nos dejan huella.
Créeme, sé de lo que hablo.
Quizás es por eso que hago lo que hago.
Hay esperanza.

¿Has tenido una buena profe de ritmo?
Vamos a aclarar un par de cosas.
Si no has tenido un referente como Dios (Alá, Buda o el Monstruo de Espagueti Volador) manda…
¿Cómo carajo deberías haber aprendido algo de ritmo?
Piénsalo.
¿Dónde vamos sin referentes?
Porque aquí muchas personas que critican pero, a la hora de la verdad, no hay tantas personas que sean el ejemplo que les habría gustado encontrar.
La frustración crea mucha caca.
Ojo cuidao.
¿A qué me estoy refiriendo cuando digo “una buena profe de ritmo”?
1. Una buena profe aprende sobre tu manera de aprender.
Cada ser humano tiene una manera única de percibir y aprender (sobre) la realidad.
Esto también aplica a la Música (y a la Vida), por supuesto.
Tu profe debe de considerar diferentes enfoques para que, si tú no entiendes algo de una forma, pueda hacértelo llegar de otra.
Por tanto, si no has tenido una buena profe de ritmo, quizás podrías poner en pausa la creencia de que “no tienes ritmo”.
Vamos:
Cuarentena para ese pensamiento.
2. Una buena profe te habla de cosas que te interesan aunque aún no las conozcas.
Aunque te cueste creerlo, todas las personas somos curiosas por naturaleza.
La curiosidad puede haber estado dormida durante muchos años pero es muy fácil reavivarla.
Recuerda que hierba mala nunca muere.
Para que tú aprendas sobre ritmo (o lo que sea), tu profe debe alimentar tu curiosidad.
Para ello, deberá aportarte datos diversos sobre cómo el ritmo se manifiesta en la vida, en tu cuerpo, en las ciudades, en los ordenadores, en los aeropuertos o en las mareas.
Sobre cosas de estas te hablaré en la newsletter a la que te puedes apuntar en el formulario de abajo.
3. Una buena profe sabe que las cosas no salen a la primera.
¿Te imaginas juzgar a un bebé en sus primeros años de vida porque no está pronunciando las palabras correctamente?
¿Te atreverías a decirle: tú no tienes capacidad para hablar?
No, joder, no.
Entonces…
¿Por qué no dejas de decirte esas barbaridades en relación a la música y, en particular, al ritmo?
Venga, va.
Hagamos borrón y cuenta nueva.
Necesitas rodearte de personas que hablen el idioma del ritmo.
Si escuchas a quienes lo hablan de forma fluida, te irás empapando inevitablemente.
Es como estar debajo de la lluvia:
Te vas a mojar y el ritmo te irá calando.
Recuerda que las complejidades, de la Vida y de la Música (que son lo mismo) requieren de varias cosas:
– Tiempo relajado
– Estar en buena compañía
– Constancia, no desistir
¿Y sabes una buena noticia?
….
….
….
Has llegado a la galaxia adecuada.

Aquí vas a aprender sobre cascas pero no sólo eso.
También vas a aprender sobre el amplio universo de la Música (y la Vida, que es lo mismo).
Vas a aprender esos detalles que no están en los vídeos y que hacen que tu aprendizaje y placer musical sea lento pero seguro, como el buen vino.
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Ahora.
